25N. DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO CONTRA LAS MUJERES.

Este 25N volvemos a las calles contra todas las violencias machistas a gritar alto y claro que nuestros cuerpos no están hechos para sus violencias. En Palencia, la manifestación tendrá lugar el día martes 25 de noviembre a las 20:00 horas comenzando desde la Estatua de la Mujer hasta la Plaza Mayor, donde se procederá a la lectura del manifiesto.

36 mujeres han sido asesinadas en el Estado español en lo que llevamos de año por sus parejas o exparejas. 6 mujeres fueron asesinadas desde el 25 noviembre de 2024 al 31 de diciembre de 2024. Desde 2003, año en el que se comienza a contabilizar y registrar estadísticamente estos asesinatos, han sido asesinadas 1331 mujeres.  1862 menores se han quedado huérfanos y huérfanas víctimas de violencia machista desde 2003, de entre los cuales 969 eran menores en el momento del asesinato. Desde 2003 a 2025, son 65 los menores asesinados por sus padres en casos de violencia vicaria.

La violencia machista es violencia estructural y tiene sus raíces en relaciones patriarcales arraigadas en profundas desigualdades. Una violencia que se da en todos los países y se dirige a todas las mujeres.

Este 25N volvemos a las calles para denunciar que las mujeres seguimos pagando el precio de las guerras de los hombres. Cada día mueren más de 500 mujeres y niñas en países afectados por conflictos armados debido a complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto. A esto se suma que, en contextos de conflicto armado, los cuerpos de las mujeres son tratados como un territorio de conquista y destrucción: abusos y agresiones sexuales, violaciones, mutilaciones sexuales, experimentación médica con órganos sexuales y reproductivos, matrimonios forzados, amenazas y secuestros, prostitución forzada y trata.

Volvemos a las calles para denunciar la violencia que se ejerce bajo la ocupación y el colonialismo. Denunciamos al ilegítimo Estado de Israel y la campaña genocida orquestada por este con la intención de destruir y eliminar al pueblo palestino de Gaza. Son décadas de ocupación ilegal y represión, de destrucción de hospitales, escuelas y hogares y de hambruna generalizada, haciendo insostenible la vida. Una operación genocida que tiene como principal objetivo las mujeres y la infancia y su asesinato como forma de exterminio de todo el pueblo palestino y, con ello, su futuro.

Este 25N volvemos a las calles para denunciar la violencia sexual que se ejerce sobre las mujeres y niñas, una violencia aceptada y normalizada por la sociedad. Diariamente en España se denuncian más de 50 agresiones sexuales. Más de 2.8 millones de niñas y mujeres residentes en España de 16 o más años han sufrido violencia sexual. Según datos de una macroencuesta del Ministerio de Igualdad, las mujeres con diversidad funcional y las mujeres migrantes sufren más violencia por parte de sus parejas o exparejas.

Denunciamos la violencia institucional ejercida contra las mujeres. La misoginia de jueces y juezas no otorgando credibilidad a los testimonios de las mujeres y, en consecuencia, dejando a las víctimas de violencia machista indefensas ante la Justicia. ¡Basta ya de criminalizar a las víctimas! . La violencia ejercida contra las madres y la infancia aplicando el falso síndrome de alienación parental. Exigimos que se aclare el fallo de las pulseras de geolocalización, se depuren responsabilidades y se articulen, desde lo público, todas las medidas necesarias para proteger a las víctimas de violencia machista. Todas las mujeres que están en el sistema de protección VioGén están amenazadas de muerte. No podemos permitir que el sistema judicial se convierta en un sistema que no protege a las mujeres víctimas de violencia machista, sino que, además, las agrede.

Este 25N volvemos a las calles a denunciar que la violencia de género supone un grave problema de salud pública. Nuestros cuerpos no están hechos para sufrir las continuas agresiones,  los enfoques ginecocéntricos y la ausencia de estrategias multidisciplinares con perspectiva de género en la sanidad. El fallo en el sistema de cribado del cáncer de mama por la Junta de Andalucía  ha provocado que cientos de mujeres no recibieran su diagnóstico a tiempo, pudiendo evitar, así, procesos de metástasis. No olvidamos, tampoco, que son muchas las mujeres que, diariamente, sufren violencia obstétrica.

Volvemos a las calles a denunciar que no hay altruismo en la práctica de la llamada «gestación subrogada», solamente pobreza, y, detrás, una vergonzosa industria que explota mujeres pobres. Según la relatora especial sobre violencia contra las mujeres de la ONU, habrá un crecimiento exponencial de más de un 500 %, en la industria reproductiva, que llegará a facturar más de mil millones de dólares. Una práctica ilegal en España, reconocida como violencia contra las mujeres y que, sin embargo, sigue siendo permitida.

Las feministas de Izquierda Unida exigimos acciones firmes. El gobierno español prohibió la inscripción de bebés nacidos por “gestación subrogada” en el extranjero, en el registro civil a través  los consulados españoles, incluso si hay una sentencia judicial extranjera, pero eso no es suficiente hay que avanzar en medidas para que los compradores de bebés vean limitada la posibilidad de ejercer la patria potestad como sucede hoy en día. Exigimos que el Gobierno se plantee la retirada de la patria potestad a aquellos que se sirven de triquiñuelas jurídicas para adquirir un supuesto derecho sobre una actividad  que la ley reconoce como ilegal.

Este 25N volvemos a las calles a denunciar que nuestros derechos sexuales y reproductivos no son negociables. El derecho a la interrupción voluntaria del embarazo debe estar plenamente garantizado como una prestación más del Sistema Nacional de Salud, con financiación pública, universalidad y equidad en el acceso. Para ello es imprescindible su integración expresa en el marco de los artículos 15 y 43 de la Constitución Española como parte indiscutible del derecho a la salud. No puede haber derecho real a la interrupción voluntaria del embarazo si las comunidades autónomas gobernadas por la derecha siguen vulnerando la ley, negándose a garantizar abortos en hospitales públicos o fomentando la objeción de conciencia colectiva.

Izquierda Unida es abolicionista de la prostitución. La prostitución es incompatible con la dignidad humana, con la libertad y con la igualdad. Defendemos una norma completa, con medidas de apoyo y con itinerarios reales de salida de la prostitución, que se tenga en cuenta que el 90 % de quienes la ejercen están en situación irregular. Reclamamos una Ley Abolicionista de la Prostitución y exigimos que los derechos de las mujeres no sean utilizados como una moneda de cambio ni por interés mediático.

Este 25N volvemos a las calles a denunciar que nuestros cuerpos no están hechos para sufrir el continuo negacionismo de la violencia machista, un negacionismo que busca la desprotección de las víctimas para dejarlas desarmadas y sin recursos a la hora de afrontar la violencia que padecen. Las feministas de IU nos negamos a que, amparándose en falsos discursos de «libertad de expresión» y amparándose en la presencia de extrema derecha en el Congreso, se permitan jornadas que niegan la violencia estructural hacia las mujeres. Blanquear discursos negacionistas y neofascistas es intolerable en una sociedad democrática.

Este 25N, frente a la violencia machista, gritamos con rabia feminista: ¡Nuestros cuerpos no están hechos para sus violencias!