ÁREA DE MEDIOAMBIENTE

LAS MACROGRANJAS ACABARÍAN CON NUESTRA PROVINCIA

El pasado 25 de mayo tuvo lugar la segunda reunión del Área de Medioambiente de IU Palencia, en la que contamos con la participación de Pedro Gutiérrez, miembro de la Plataforma Pisoraca, que nos explicó con todo lujo de detalles toda la problemática en la que se encuentra nuestra provincia: sería nefasto para nuestro territorio si no conseguimos parar el macro proyecto por el que tienen planeado imponernos 14 macrogranjas porcinas.

Son de sobra conocidos los efectos de la ganadería industrial sobre la salud de los habitantes de las zonas donde se implanta.  Cabe destacar los estudios de Jesús Martínez-Moratalla, neumólogo en el hospital de Albacete, que vincula los gases que desprende el purín (amonio y sulfuro de hidrógeno junto con las micro partículas en suspensión) con enfermedades respiratorias muy comunes entre los trabajadores de este tipo de explotaciones, que van desde la inflamación de las vías respiratorias y el deterioro de la función pulmonar hasta el cáncer de pulmón pasando por otras como la alveolitis o la fibrosis pulmonar.

También es destacable el estudio de Ángela Prado Mira, médico intensivista del hospital de Albacete, que habla en su estudio de esos problemas respiratorios, así como de otros como el consumo de agua contaminada con nitratos, la resistencia a antibióticos, la zoonosis y la concentración de insectos y roedores en torno a estas instalaciones, concluyendo con la frase: “Los beneficios que puedan conllevar en modo alguno
superan los perjuicios que supone”.

Es conocido desde hace décadas que estas concentraciones de animales son un foco de enfermedades infecciosas. Se ha hallado el origen de la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009 en las macrogranjas del estado de Veracruz en México. Con anterioridad a esto, en 2003, Holanda, país que en la actualidad está concediendo ayudas para cerrar las granjas que no puedan adaptarse a las nuevas normativas medioambientales, prohibió el transporte de cerdos y purines.

Castilla y León también sufre las consecuencias de esta actividad, especialmente la provincia de Segovia, donde ya hay 117 pueblos con problemas en el abastecimiento de agua por exceso de nitratos, siendo especialmente relevante el caso de Ochando y Lastras de Cuellar, que llevan ya más de un lustro sufriendo estas consecuencias sin que se les dé una solución. Pero no solo es Segovia. Según datos de la Junta, Castilla y León tiene 703 municipios en riesgo de contaminación del agua por nitratos. De hecho, la Unión Europea advirtió a España en 2018 que no estaba cumpliendo las directivas sobre la calidad del agua (Directiva 91/676/CEE), dando un ultimátum en Julio de este año a España para que empiece a aplicar medidas para garantizar la protección
de las aguas.

Existen medios para evitar estos problemas derivados principalmente del vertido incontrolado de purines que provocan este tipo de explotaciones, pero las empresas no suelen optar por ello pues requieren una inversión para ello, y en la práctica los vertidos no les suponen ningún problema al no hacerles acarrear con las consecuencias de los mismos.

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