Si no se combate el machismo en las canciones, se normalizará entre jóvenes

Las letras de la canciones «son el reflejo de la sociedad en la que vivimos, porque nuestra sociedad es machista».

Desde el Instituto Vasco de la Mujer nació este pasado verano una iniciativa que muchas aplaudimos: una lista de canciones no sexistas para escuchar en las fiestas de pueblos y ciudades.

Explicaban y con razón que «dada la influencia de la música como instrumento de socialización (siempre desde el respeto a la libertad de expresión y creación), algunas letras pueden constituir un refuerzo de las actitudes machistas que aún anidan en nuestra cultura, sobre todo entre los más jóvenes».

 

maluma machista

Para que esas canciones dejen de machacar a los jóvenes con mensajes de dominio y discriminatorios, desde luego lo que no deben hacer los Ayuntamientos es fomentar ese tipo de música.

Es completamente hipócrita asegurar que se está en contra de la violencia de género y financiar y jalear a quienes con sus canciones difunden mensajes machistas.

¿Es ese el mensaje que queremos que oigan los jóvenes?, ¿el de que las mujeres somos objetos sexuales a su disposición?, ¿luego nos extraña que haya agresiones sexuales, violaciones y manadas?

 

Educar en igualdad es incompatible con jalear letras como las de Maluma.

La cultura musical constantemente relega a la mujer a los estereotipos de género tradicionales e impuestos: la cocina, el cuidado de los niños, la limpieza y además nos reduce a la categoría de objetos (sexual o no) según “roles”, o directamente evidencian la violencia machista, desde malos tratos hasta violaciones y asesinatos.

El mensaje que transmite Maluma a la juventud es totalmente machista, fomentando la violencia hacia la mujer y naturalizando situaciones que pueden llegar a matarnos y, con ello, al conjunto de la humanidad, pues quiéranlo o no, las mujeres somos la mitad de esta sociedad y la mayoría de la clase trabajadora, remunerado o no. ¿Dónde vemos los efectos de aquello? En las cifras diarias de feminicidios, homicidios por violencia machista, casos de acoso callejero, micromachismos y discriminación cotidiana e incluso violaciones .

¿Es responsable Maluma? Totalmente, hoy es un megáfono vivo del machismo y su música también.

Vivimos en una sociedad que reproduce y fomenta la violencia desde distintas aristas: la música, publicidad, educación, etc.

La industria musical respalda el machismo y lo convierte en un bien de consumo.

Pero es responsabilidad de los poderes públicos, tambien de los Ayuntamientos, no dar pábulo a semejantes ejemplares, y desde luego no invertir dinero público (las mujeres también pagamos impuestos) en un espectáculo tan marcadamente machista como el de Maluma.

Por eso, desde el area de la mujer de Izquierda Unida de Palencia vamos a dirigirnos al Ayuntamiento de Palencia, y al Consejo Municipal de la Mujer para que de marcha atrás en la anunciada contratación de ese cantante para las próximas fiestas de San Antolín: no queremos sexismo ni en nuestra vida, ni en los escenarios.